Cuarta jornada del festival en una noche fría y con amenaza de lluvia. Los teloneros eran una consolidada banda local llamada Mahoney Soul Band, una formación de varios componentes con sección de viento incluida, que basan su repertorio en clásicos comerciales del soul pero no por ello exentos de calidad.
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Su actuación fue buena, con gran soltura y demostrando que tenían bien aprendida la lección. Los dos cantantes que se acoplaban muy bien en el escenario, la banda que creaba una base rítmica de peso junto a la interesante sección de metales, conformaron una actuación entretenida y vistosa. La única pega, por poner alguna y no precisamente por culpa de la propia banda, es que hubo poco blues, pero esto ya es una norma en los festivales de este estilo…
El intervalo de tiempo que pasó hasta que salió a escena Albert Cummings fue corto, cosa que agradecí. Se presentó con su habitual formación de trío y desde la primera nota dejaron bien claro por donde iban a ir los tiros.
Bajo mi punto de vista cuajó una actuación brillante y en ocasiones demoledora. Su blues-rock al más puro Stevie Ray hizo las delicias del público (yo incluido) y aunque los quince primeros minutos de la actuación hubo algunos problemas de ecualización de su guitarra y su voz estaba algo descompensada en volumen con respecto al resto, el trío dejó absolutamente todo en el escenario.
Sin grandes escenificaciones ni muchos silencios entre tema y tema, Cummings transmitió una imagen de “grande del blues-rock”; seguro en el escenario, voz perfectamente entonada y una entrega absoluta. Salvando las distancias, su actuación se debió parecer mucho a las del malogrado Ray Vaughan, ya que su estilo es prácticamente calcado de éste. A destacar la versión del Voodoo Chile, completa y magistral, no como el patético intento que ya narré en el primer día del festival.
Salí totalmente satisfecho del concierto y repitiendo una y otra vez las palabras “por fin…” y no precisamente porque tuviese ganas de que acabase…
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Su actuación fue buena, con gran soltura y demostrando que tenían bien aprendida la lección. Los dos cantantes que se acoplaban muy bien en el escenario, la banda que creaba una base rítmica de peso junto a la interesante sección de metales, conformaron una actuación entretenida y vistosa. La única pega, por poner alguna y no precisamente por culpa de la propia banda, es que hubo poco blues, pero esto ya es una norma en los festivales de este estilo…
El intervalo de tiempo que pasó hasta que salió a escena Albert Cummings fue corto, cosa que agradecí. Se presentó con su habitual formación de trío y desde la primera nota dejaron bien claro por donde iban a ir los tiros.
Bajo mi punto de vista cuajó una actuación brillante y en ocasiones demoledora. Su blues-rock al más puro Stevie Ray hizo las delicias del público (yo incluido) y aunque los quince primeros minutos de la actuación hubo algunos problemas de ecualización de su guitarra y su voz estaba algo descompensada en volumen con respecto al resto, el trío dejó absolutamente todo en el escenario.
Sin grandes escenificaciones ni muchos silencios entre tema y tema, Cummings transmitió una imagen de “grande del blues-rock”; seguro en el escenario, voz perfectamente entonada y una entrega absoluta. Salvando las distancias, su actuación se debió parecer mucho a las del malogrado Ray Vaughan, ya que su estilo es prácticamente calcado de éste. A destacar la versión del Voodoo Chile, completa y magistral, no como el patético intento que ya narré en el primer día del festival.
Salí totalmente satisfecho del concierto y repitiendo una y otra vez las palabras “por fin…” y no precisamente porque tuviese ganas de que acabase…
Algo se ha salvado de la quema. ¡menos mal!.
ResponderEliminargracias por las crónicas y saludos
Gracias a tí por tus comentarios
ResponderEliminar;-)
Salud!
muy buen blog, en el nuestro tambien se habla de blues, si quieres pasarte, gracias
ResponderEliminarTu blog ha sido criticado por el Doctor, crítico de blogs.
ResponderEliminarLee tu crítica.
Una buena crónica.Directa y sin ambiguedades.Gracias.
ResponderEliminarSaludos desde el norte peninsular.