25 diciembre 2016

Bill Gaither - The Essential


H
oy voy a hablar un poco sobre otro músico de los tantos que hicieron carrera en la década de los 30, llamado Bill Gaither.
Pese a haber grabado más de cien títulos para dos de los sellos más importantes de la época (Decca y Okeh), y haber cosechado notable éxito en la vibrante escena musical del momento, actualmente sigue siendo un completo desconocido para la gran mayoría del público interesado en el blues (no digamos para el resto). Salvo recopilaciones como la que hoy voy a presentar aquí, o alguna aparición fugaz en variados de country-blues (de los pocos que se editan actualmente), las grabaciones de Bill Gaither seguirán estando guardadas en las repisas de los coleccionistas y en los grandes archivos de la música americana, al alcance de todo el mundo, pero reservadas sólo para los dispuestos a llegar a ellas.
No se preocupen porque desde este humilde blog se los voy a poner un poco más fácil, acercándoles la vida y obra de este genial artista, y presentándoles este magnífico recopilatorio editado por Document Records (uno de los pocos sellos que siguen realizando una labor encomiable en pro de la música tradicional americana).

Bill Gaither fue un guitarrista y cantante americano nacido en Belmont, Kentucky en el año 1910. Creció en un ambiente musical gracias a que su familia tenía varios miembros que formaban parte de diversas orquestas locales (jugbands). Aprendió a tocar la guitarra desde muy joven, y al poco de cumplir los veinte años años se traslado a Indianapolis buscando hacer carrera. En esa época, la escena musical de la ciudad era un hervidero, y pese al momento de recesión que había en el país, los pequeños clubes y las fiestas privadas tenían una afluencia de público muy notable.

Cuando Gaither llega a la ciudad, entabla rápidamente amistad con una de las figuras musicales del momento: el pianista Leroy Carr (y por ende, también con su sempiterno acompañante, Scrapper Blakcwell). Los dúos piano-guitarra estaban en auge a finales de los años 20 y durante la primera mitad de los años 30, y la música de Carr-Blackwell ejerció una influencia mayúscula sobre Bill Gaither y su ya actual compañero de dúo, el pianista a George "Honey" Hill. Al margen de esta gran influencia musical, la amistad entre Gaither y Leroy Carr se hizo cada vez más fuerte, hasta el punto de que cuando Carr murió prematuramente (eso es otra historia de la que quizás hable algún día), Bill Gaither comenzó a grabar con el sobrenombre de Leroy´s Buddy (el colega de Leroy), ofreciendo de esa manera tan especial su particular tributo (y quién sabe si con intereses comerciales) a su amigo del alma.

Inciso: para los interesados, la influencia del dúo Carr-Blackwell en la historia del blues posterior es más que notable, versionándose hoy día muchas de sus creaciones musicales.

El dúo Gaithher-"Honey" Hill se mantuvo hasta el 1939, año en que Gaither se mudó a Lousville, ciudad más importante de su Kentucky natal. Allí abrió una tienda de discos donde también se dedicaba a reparar radios. Durante los dos siguientes años continuó grabando algún tema que otro, explorando distintos estilos y obteniendo diferentes grados de éxito, hasta que fue llamado a filas al entrar Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Sirvo en el histórico Regimiento de Infantería número 24, uno de los primeros formados por soldados afroamericanos. Cuando volvió de la guerra, fue condecorado pero el conflicto lo había cambiado completamente.
No mostró más interés en nada que tuviera que ver con la música, y terminó sus días como "freganchín" (busboy) en establecimientos de Indianapolis hasta su muerte en 1970.

En cuanto al disco del que hablamos, forma parte de la colección de recopilatorios (álbumes dobles) publicada por Document Records a principios del presente siglo bajo el título "The Essential". En ellos se recogían muchos de los éxitos de los artistas (Memphis Minnie, Lonie Johnson, Big Bill Broonzy, Victoria Spyvey, entre otros), y cumpliendo la función de todo buen recopilatorio: es la mejor manera de llegar en primera instancia al trabajo de cualquier músico.

Son 36 cortes divididos en dos cds en los que se puede apreciar la melódica y dulce voz de Bill Gaither, su exquisito estilo a la guitarra (que siempre es muy particular en este tipo de formaciones piano-guitarra), y el sólido y serio trabajo al piano de George "Honey" Hill como acompañante y base fundamental.

Para cualquier amante del countryblues que se precie, escuchar a este dúo será siempre una delicia, y para el que no lo es, un tema no hará daño y refrescará el espíritu. Aquí se los dejo:


11 diciembre 2016

The Kitchen Syncopators - Pepper in my shoe

A
lgunos años han pasado desde que decidí dejar de publicar en este blog. Había sido una decisión en firme y que creía definitiva, pero las vueltas de la vida me ponen otra vez, por lo menos hoy, comentando un poco de blues para quien quiera leer y escuchar. Sin tener la necesidad de justificar mi abandono (larga ausencia, en realidad), me gustaría dar las gracias a esos pocos lectores que pese a haberse mantenido en silencio durante todo el tiempo que escribía, visitaban el blog con cada nuevo post en busca de un poco de información y buena música. De la misma manera, me gustaría pensar que aunque tenían escasas ganas de comentar, agradecieron con su anónima e invisible presencia el tiempo y trabajo que lleva escribir con cierta regularidad sobre un tema tan particular como el que siempre intenté tratar aquí.

Sin más, procedo a presentar el trabajo elegido para este fugaz e incierto regreso: se trata de un álbum del año 2003 perteneciente a un grupo muy poco conocido y desaparecido hace años llamado The Kitchen Syncopators, y cuyo título es Pepper in my shoe. Este tercer cd de la banda está publicado por ellos mismos, y fue una de tantas compras musicales online que en aquella época hice a ciegas, teniendo únicamente como referencia la portada e instrumentación utilizada en el disco (cómo ha cambiado al asunto, ¿eh?).

Antes de hablar de estilo, canciones y biografía del grupo, me gustaría avisar que emplearé, como era usual en los posts de este blog, terminología anglosajona, sobre todo cuando me refiero a lugares, instrumentos o estilos musicales. Por una parte, porque al ser instrumentos bastante alejados de nuestra cultura latina, no hay traducción posible (o entendible), y por otra, porque me gusta respetar el idioma original en el que se crearon las palabras, los estilos y las culturas determinadas. No obstante, y como también era habitual, pondré enlaces aclaratorios por si hay dudas.

El álbum incluye 15 temas de excelente factura que podríamos catalogar como música oldtime, stringband, country-blues, ragtime, jugband, aunque todo ello con la inevitable sonoridad moderna (en realidad, hablamos de música incatalogable). Como es de esperar, la gran mayoría de los cortes son versiones de clásicos que en su día fueron compuestos y grabados por artistas utilizando sólo su voz y su guitarra, o por pequeñas bandas que amenizaban las fiestas rurales, aunque en este caso, The Kitchen Syncopators intenta exponer los temas con pequeños arreglos para su formación de cuarteto.
Encontramos versiones de  Memphis Jug Band (Sometimes I Think I Love You), Blind Blake (That'll Never Happen No More), Snooks Eaglin (Country Boy) o Gus Cannon (Bring It With You When You Come), o Charlie Poole, lider de los North Carolina Ramblers (Good Bye Liza Jane) además de algunos otros clásicos de la música tradicional americana.

La historia de la banda es atípica ya que al tratarse de músicos callejeros/buscavidas, los miembros cambian de manera natural; la gente viene y va, se muda de ciudad y/o colabora en proyectos musicales paralelos con mayor o menor éxito.
El alma mater del grupo es el guitarrista Frank Lemon. Nacido en Louisiana y criado en Oregon, se unió allí con Woodrow Pines gestándose así la primera formación de The Kitchen Syncopators. Se trasladaron a New Orleans donde actuaban como músicos callejeros (buskers), añadiendo a la formación a Paul Kennitz (washtub bass) y Slim Nelson (armónica y voces). Al poco tiempo, uno de los fundadores, Woodrow Pines, decide emprender otro camino y abandona el grupo siendo sustituido por Bob Scarecrow (washboard), y por otro lado, Paul Kennitz también deja la banda, entrando en su lugar Charlie Bean (washtub bass, kazoo y voces). Estos dos nuevos miembros del grupo forman parte del cuarteto que graba este Pepper in my shoe.
Cabe explicar que Frank Lemon es el sobrenombre usado por Gil Landry para The Kitchen Syncopators, es decir, el nombre verdadero del guitarrista es Gil Landry, pero usa el nombre de Frank Lemon cuando actúa y graba con The Kitchen Syncopators. Su verdadero nombre (o su otro sobrenombre, Lawrence Talbot) lo utilizó en proyectos paralelos, y de manera general y formal, en el grupo al que fue a parar cuando The Kitchen Syncopators se disolvieron, los afamados Old Crow Medicine Show, formación con la que Landry adquirió su verdadero estatus.

Con respecto a Bob Scarecrow, poca información he podido rescatar. Viniendo de formaciones callejeras previas, se unió a la banda en Yazoo City, Mississippi en el año 1999 realizando un magnifico trabajo con el washboard.

Slim Nelson nació en Little Rock, Arkansas, y después de pasar la década de los 90 en Chicago, Illinois tocando con grupos de blues eléctrico, se trasladó a New Orleans donde empezó a colaborar con distintas formaciones, entrando a formar parte de The Kitchen Syncopators en el año 2001. Aunque en este disco sólo muestra su buen hacer con la armónica y su voz, en realidad toca también la guitarra y el contrabajo.

Charlie Bean, se unió a la banda en el año 2000 tras abandonar su ocupación del momento, que era imitar a Charles Chaplin en las calles de New Orleans. En este disco toca washtub bass, kazoo y voces, aunque en discos sucesivos también tocó el piano de manera más que aceptable.


Disco divertido y entretenido, en el que se rescata y versiona, de manera digna y respetuosa, algunos de los títulos que hicieron a la música tradicional americana una de las más importantes de la música popular de todos los tiempos.

Para acabar, les dejo con el audio de una de las canciones titulada Is You is Or Is You Ain't My Baby, versión de un clásico de Luis Jordan.

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No me quiero despedir sin dedicar este post a Guillermo Pérez Alberto por hacerme recordar que este blog existía, que tenía lectores, y que incluso algunos de ellos quisieron conocerme. Guillermo, estás invitado a un café; con un simple comentario de aprobación será suficiente para organizarlo. Gracias
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