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Mississippi Blues es uno de esos álbumes que no me canso de oír. Es como si se leyera una biografía de McDowell escrita por él mismo en un tono sobrio, introspectivo e intimista. Su voz es la acompañante perfecta para su guitarra y viceversa formando un binomio único e inseparable. Como él mismo decía “…hago que mi guitarra diga lo que yo digo…”. El álbum fue editado en 1965 y está conformado por siete cortes (evidentemente acústicos) en los que McDowell demuestra su incomparable técnica al slide y su destreza rítmica. Todos ellos son interpretados por el artista con la voz y la guitarra y solo en uno de los temas canta Annie McDowell (su mujer) en una asombrosa interpretación vocal “soportada” de manera exquisita por la guitarra de Fred McDowell. Los temas son de composición propia del artista menos el titulado Louise cuya autoría corresponde a Broonzy. La línea general de disco es de cadencia lenta y monótona, eso es innegable, pero es justo ahí donde radica la grandeza del álbum y solamente prestándole una atención exclusiva se puede apreciar en todo su esplendor. Blues auténtico, sin aditivos y por supuesto con el más puro e inconfundible sabor del Mississippi. Abstenerse los “no iniciados” y los amantes empedernidos del blues electrificado…
Gustavo.
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ResponderEliminarLeadbelly, Brownie McGhee..
Concisa y condensada descripción del maestrazo. honor a quien honor lo habita. Buen rag, por cierto en el video.
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